Las verdades a medias de la izquierda

La izquierda es artera. sus tretas son crear verdades a medias, o simplemente engañar, “informando desinformando”. Siempre han repetido el eslogán “imperialismo norteamericano”, tanto lo han repetido que grandes conglomerados de ciudadanos comunes lo creen un hecho y lo repiten.
Un imperio basa su existencia en una política colonialista, y sus colonias están sometidas políticamente aun estado central existente en la base del imperio. Con la caída de la URSS, cayó el último imperio moderno en el siglo pasado, antes fueron Francia, Alemania, Inglaterra, Portugal y Holanda. Lo paradojal es que el Imperialismo Soviético se fundo sobre la base de la “dictadura del proletariado”, no obstante las “colonias” soviéticas jamás gozarón de los privilegios del socialismo, sin excepción sufrieron el sometimiento esclavizante de sus amos soviéticos.

Los norteamericanos de EE.UU., han intervenido en la política de los países al sur de sus fronteras, y en otras regiones del mundo, por cuenta de una franca y directa adhesión a los principios de la democracia y la libertad, junto a ello la aplicación de la Doctrina Monroe que rechazo la intervención directa de los europeos en la política del continente Americano, norte, centro y sur.
En el siglo pasado después de la Segunda Guerra Mundial, fue que el imperialismo soviético y su organización KGB, los que acuñaron el eslogán propagandista” Imperialismo norteamericano”, el que a partir de la “guerra fría” fue difundido ampliamente por los propagandistas y políticos de la izquierda, como un medio de estigmatizar a los defensores de la democracia y la libertad. Y un hecho crucial, también para desprestigiar la CIA, organismo de inteligencia y contra la subversión de actividad internacional, creado para contra restar el contra-espionaje y la intervención soviética en el mundo.

Sutilmente la izquierda y sus think tanks, han creado un ambiente hostil hacia la CIA y sus actividades, las que en gran medidas por estar comprometidas primero con la defensa de los intereses económicos norteamericanos y segundo el apoyo irrestrícto del sistema de libertad y democracia de occidente, porque están actividades han impedido y aplastado en muchas ocasiones los afanes supremacistas de la izquierda por el poder.